Varias formas de viajar por este blog
Buscar en este sitio
Loading
lunes, 22 de marzo de 2010
El astro rey y el rey del pop.
Es curioso como espontáneamente, al mirar a las estrellas, los humanos nos planteamos preguntas trascendentales. Explicando en conocimiento del medio hemos visto el sistema solar y me ametrallan a preguntas sobre el sol al ver una foto del libro. Les explico que el sol es la fuente de energía del planeta, la gasolina de la vida, que todo lo que se mueve en la tierra es por la energía del sol. Que el día que se acabe el sol desaparecerá la vida sobre la tierra. Me preguntan que si el sol cuando muera ira al cielo. Igual que su perro Negrito y que Michael Jackson.
Por ahí sí que no paso. Sé que la vida del “rey del pop” ha sido un infierno, pero creo que eso no basta para ir al cielo. Eso en el caso de que el cielo y el infierno existan claro. No me atrevo a decirles eso, pues como estoy contratado privadamente no disfruto mucho de libertad de cátedra y sé positivamente que mis niños cuentan todo, absolutamente todo, lo que yo digo en casa. Esto viene bien para educar colateralmente a los padres, pero he de andarme con ojo si no quiero verme en un aprieto, especialmente si tratamos cuestiones religiosas o trascendentales. Evito abordar esta clase de temas y huyo de ellos como de la peste, a pesar de ser los personalmente más me interesan en la actualidad. Hasta ahora, la única información sobre las convicciones religiosas de la familia que me ha llegado es que en casa tienen –textualmente- “una foto de Dios” y su madre les pone flores y enciende velas.
Procuro soslayar la religión como digo, pero lo de un Michael Jackson cuasicanonizado, santo súbito como aquél otro, sin ni siquiera atravesar el largo y costosísimo periodo de postulación es demasiado para mí.
Así que les tanteo un poco: les pregunto ¿va al cielo todo el mundo? Me contestan que algunas personas no. Yo les digo que entonces dudo mucho que Michael haya subido al cielo…Tendríais que ver qué cara se les pone (lástima que no estaba grabando). Les digo que a mi parecer, nadie que sea enterrado con un guante de brillantes puede ser admitido en el cielo, mientras haya niños muriéndose de hambre en este mundo.
Es más difícil que un rico entre en el cielo que un camello pase por el ojo de una aguja, Evangelio. Eso lo pensé, pero prefiero no hablarles del evangelio ni de la así llamada Palabra de Jesús
Foto libro conocimiento del medio.
Etiquetas:
Diario de un maestro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario